El encanto de Mónaco, una joya prístina de la Riviera francesa, va más allá de sus playas bañadas por el sol y su icónico Gran Premio. Esta ciudad-estado soberana, que abarca poco más de 2 kilómetros cuadrados, tiene un gran impacto con su combinación de lujo, historia y belleza natural. Si nunca ha considerado a Mónaco como uno de los principales destinos de viaje, esta guía le hará cambiar de opinión.
Para muchos, Mónaco es sinónimo de lujo. Sus calles están llenas de boutiques de alta gama, restaurantes gourmet y superdeportivos. El Monaco Yacht Show, que se celebra anualmente, muestra los yates más prestigiosos del mundo y atrae a aficionados de todo el mundo.
El famoso Casino de Montecarlo, una obra maestra arquitectónica, no solo ofrece una oportunidad de hacer fortuna sino que también es un guiño a la opulenta historia de Mónaco. Frecuentado por la élite, es un símbolo del brillo y el glamour del país.
Además, las propiedades inmobiliarias de Mónaco, si bien se encuentran entre las más caras, ofrecen vistas inigualables del mar Mediterráneo, lo que las convierte en las favoritas entre los multimillonarios del mundo.
Mónaco no se trata sólo de lujo. La Ciudad de Mónaco, también conocida como el Peñón, es la parte antigua del principado y está llena de historia. El Palacio del Príncipe, la residencia oficial del monarca reinante, y el Museo Oceanográfico son lugares de visita obligada.
Eventos anuales como el Festival de las Artes de Montecarlo resaltan el compromiso de Mónaco con la promoción del arte y la cultura. Esta combinación de rica historia con arte moderno crea un mosaico cultural único, que atrae tanto a los amantes de la historia como a los entusiastas del arte contemporáneo.
En medio de su paisaje urbano, Mónaco también ofrece santuarios verdes. El Jardín Exótico alberga miles de plantas raras de todo el mundo y ofrece vistas panorámicas de los alrededores. La playa de Larvotto, una maravilla creada por el hombre, es perfecta para pasar un día relajado bajo el sol.
Además, los cercanos Alpes Marítimos son ideales para practicar senderismo y ofrecen impresionantes vistas de toda la región, lo que los convierte en una combinación perfecta para los viajeros que desean experiencias tanto de playa como de montaña.
El clima mediterráneo garantiza inviernos suaves y húmedos y veranos bochornosos y soleados, lo que convierte a Mónaco en un destino para todo el año.
Mónaco es sinónimo de deporte, especialmente de su Gran Premio, una de las carreras de Fórmula Uno más prestigiosas. El Circuito de Mónaco ofrece una experiencia de carreras callejeras única, diferente a cualquier otra pista.
Aparte de las carreras, Mónaco también cuenta con torneos de tenis de talla mundial y es sede del club de fútbol AS Monaco, lo que destaca su sólido pedigrí deportivo y su oferta para los entusiastas del deporte.