Bélgica es el centro del turismo mundial. Este país europeo siempre da la bienvenida a sus visitantes. ¿Cuáles son los lugares de interés que merece la pena ver aquí? ¿Por qué Bélgica es un atractivo para los viajeros? Lea nuestra reseña.
Bélgica es famosa por sus canales fluviales. La mayoría se encuentra en Brujas. La ciudad recibe el apodo jocoso de «Venecia del Norte». La ciudad fue construida literalmente sobre el agua.
Durante la Edad Media, los canales de Brujas eran las arterias de transporte. Eran el vínculo entre la ciudad y las demás ciudades de Bélgica.
Este es el nombre de la plaza central de la capital belga. Hoy se reúnen allí multitudes de turistas. Todos vienen a la Grand Place para ver la alfombra gigante de begonias. Se puede oler a kilómetros de distancia.
Construido en el siglo XIII en Brujas. Hoy en día, el campanario es un punto de referencia en Bélgica. Se puede ver en muchas postales, calendarios y otros productos de recuerdo. Para llegar a la cima del campanario hay que subir 366 escalones.
Este antiguo edificio parece sacado de una novela de caballería. Fue construido por el conde Philippe, duque de Alsacia, que gobernaba las tierras alsacianas. El Gravensteen es una de las principales atracciones de Bélgica. Incluso tiene su propia página web.
Hay una catedral única no sólo en París, sino también en la ciudad belga de Tournai. A menudo se la conoce como la Notre Dame local. La propia catedral es un edificio realmente majestuoso. Sus torres tienen más de 100 metros de altura.
Ocupa un lugar especial entre todas las atracciones de Bélgica. La estación se inauguró en 1905. Es una verdadera obra maestra de la arquitectura. El edificio de la estación está decorado con una antigua cúpula que alcanza los 44 metros de altura.
Esta plaza es el centro de la ciudad de Malinas. Se considera un hermoso hito. Allí encontrará una variedad de acogedores restaurantes, modernas tiendas y lugares de culto.
La visita a la Catedral de San Rumboldt es imprescindible. Quedará asombrado por su majestuosa belleza y su discreto encanto.
Sus muros de piedra recuerdan acontecimientos de antaño. El castillo era propiedad de un noble. Un día, quiso participar en una cruzada. Para ello necesitaba mucho dinero.
El noble decidió vender su castillo y obtener mucho dinero por él. ¿Qué pasó con el dueño del castillo? Nunca lo sabremos. Pero sí conocemos el destino del edificio de piedra que vendió. Hoy en día, el castillo es la principal atracción de Bouillon.
En la Edad Media, los habitantes de Europa se enteraban de las noticias tocando una campana. Casi todas las ciudades tenían su propio campanario. La ciudad belga de Mons no fue una excepción.
Su antiguo campanario figura en la lista del patrimonio histórico y cultural de la UNESCO. Tiene más de 87 metros de altura.
Se construyó a mediados del siglo XV. El ayuntamiento apenas ha cambiado desde entonces. Naturalmente, el edificio fue restaurado varias veces. Como resultado, sobrevive hasta el día de hoy.
Hoy en día, ningún viaje por Bélgica está completo sin una visita al Ayuntamiento de Lovaina.